Invertir tanto en el tratamiento del agua potable como en la desalinización es vital para la salud pública y la preservación del medio ambiente. Dado que solo el 0,4% del agua de la Tierra es apta para el consumo y que los seres humanos somos responsables de la mayor parte de la contaminación, el tratamiento del agua es esencial en el ciclo de vida del agua.
Tratamiento del agua
El tratamiento del agua es fundamental para eliminar toxinas y agentes patógenos, hacer frente a la escasez de agua y evitar el vertido nocivo de aguas residuales sin tratar en masas de agua naturales. En Ayesa estamos especializados en el tratamiento de diversas fuentes de agua, como las aguas subterráneas, las aguas superficiales y el agua de mar, empleando procesos como la coagulación, la floculación, la sedimentación, la filtración y la desinfección para garantizar la calidad del agua. Nuestros servicios abarcan soluciones de diseño y de consultoría, adaptadas para revitalizar y mejorar las instalaciones existentes, mejorando tanto la calidad como la eficiencia. La desalinización, especialmente mediante métodos como la ósmosis inversa (OI), ofrece una solución a la escasez de agua al convertir el agua de mar o salobre en agua potable. Esta tecnología crea una nueva fuente de agua dulce, especialmente beneficiosa en regiones con recursos hídricos limitados. Somos líderes en el diseño, construcción y explotación de algunas de las mayores plantas desalinizadoras del mundo. Damos prioridad a la eficiencia de las plantas y los procesos, al mismo tiempo que minimizamos el impacto ambiental mediante la integración de energías renovables y tecnologías de vanguardia.
Tratamiento de aguas residuales
Destacamos en la gestión de aguas residuales, ofreciendo experiencia en el procesamiento de lodos, control de olores y técnicas de tratamiento avanzadas. Nuestras soluciones a medida dan prioridad a cuestiones medioambientales como los olores, la contención y los aspectos visuales. Entre nuestros principales proyectos se encuentran la estación depuradora de aguas residuales de Arklow, el desarrollo de la ciudad industrial de Jazan en Arabia Saudí, la EDAR de Atotonilco en México y la planta potabilizadora de agua de Ter en Barcelona (España).
