Abrir una marca a una ciudad. Rehabilitación de la Factoría Cruzcampo de 1904

Heineken quiere impulsar su histórico complejo ubicado en Avenida de Andalucía (Sevilla) y renovar la factoría donde nació en 1904 su marca estrella española: Cruzcampo. Con la remodelación de la factoría original se persigue un aumento de la capacidad de su sede, recuperar la imagen histórica del edificio y abrir la marca a la ciudad.

El complejo Avenida de Andalucía 1 se plantea “como una invitación a la ciudad de Sevilla para participar en el patrimonio industrial, etnológico y gastronómico que pueden aportar las instalaciones de la Fundación Cruzcampo y Heineken España”.

Ayesa fue la firma elegida por la multinacional para llevar a cabo los servicios de Project Management, redacción de proyectos y dirección de obras. Esto abarca desde la redacción de proyectos, el asesoramiento en las licitaciones y su participación en el estudio de ofertas, a la gestión de los plazos y costes de toda la operación, así como de coordinación de licencias.

Las actuaciones se centran en dos de los tres edificios -Palomar y Mosaico- y en la remodelación de todo el recinto. Concretamente, con la reurbanización de los espacios exteriores, se elimina el muro que recorría el perímetro de la parcela, volcando estos espacios al público.

Palomar es, además, un edificio protegido, por lo que se deben mantener los elementos característicos de la fachada. Igualmente, al tener piscinas de fermentación y depósitos, que quedaron en desuso hace años, se tienen que vaciar para adecuar el espacio a los usos internos de la Fundación Cruzcampo.

Se construirán nuevos forjados para aumentar la altura libre de las plantas y eliminar los pilares centrales. Así, el inmueble podrá contar con un auditorio para 200 personas, espacios de coworking y sala de exposiciones. Se han distribuido los espacios aprovechando la configuración de la cubierta, a dos aguas. Por otro lado, al ser un edificio sin ventanas, para hacerlo habitable hemos apostado por concentrar toda la apertura de luz en un solo punto. De esta forma se ha dispuesto un muro cortina de vidrio, en la fachada que mira a la avenida del Greco.

Respecto a Mosaico, ahora alberga las oficinas de la Fundación Cruzcampo (que pasan a Palomar), la escuela de hostelería y su bar-restaurante, un salón de actos y las oficinas de IT de Heineken. Se ha proyectado ampliar el espacio disponible de la escuela de hostelería duplicando las cocinas para darle más visibilidad, convirtiendo en exterior el restaurante que ahora está en el semisótano, además de integrar una microcervecería. En la intervención se busca potenciar el valor patrimonial e histórico, realzando los arcos de la fachada, recuperando el ladrillo preexistente y conservando como elemento protagonista el mosaico que da nombre al edificio.

Parte de la remodelación incluía la construcción de una microcervecería para producir cerveza y ofrecer una experiencia envolvente de la historia de la marca y la producción artesanal.  El patrimonio y el carácter de la marca se mantuvieron en el aspecto exterior resaltando los arcos preexistentes y recuperando el ladrillo visto que caracterizaba originalmente la fachada y conservando el mosaico, que es como el edificio obtuvo su nombre.