Innovación y eficiencia en la construcción
En la ejecución del proyecto de la estación de La Sagrera, Ayesa han utilizado las metodologías más avanzadas de la industria, implementando con éxito el Building Information Modeling (BIM) y la realidad aumentada. La adopción de BIM ha permitido una gestión integral de la información, desde el diseño hasta la construcción, optimizando la coordinación entre equipos y reduciendo los posibles conflictos durante la ejecución. La realidad aumentada, por otro lado, ha desempeñado un papel crucial en el seguimiento del diseño, ofreciendo a los equipos una visión inmersiva y detallada del proyecto en tiempo real. Esta combinación de tecnologías ha mejorado significativamente la eficiencia operativa y ha contribuido a la entrega exitosa de un proyecto de tal envergadura.
Diseño sostenible y elemento emblemático
El distintivo diseño de la gran pérgola de madera se erige como el elemento más característico de la estación, destacando la visión innovadora del proyecto. Más allá de su función estética, la pérgola desempeña un papel crucial.
Construida con materiales sostenibles, refleja el compromiso de la estación de la Sagrera con la ecoeficiencia y la integración armoniosa en el entorno. Además, es un componente funcional, pues ensancha el parque sobre las vías y actúa como una estructura identificativa alrededor de la nueva puerta de entrada a Barcelona. Este enfoque integral en el diseño sostenible y funcional confiere a la estación un carácter emblemático que va más allá de su utilidad básica.
Catalizador de la transformación urbana
La estación de La Sagrera no es solo una infraestructura de transporte; es un catalizador de una profunda transformación urbana. La combinación de tecnologías avanzadas utilizadas en la construcción y el diseño innovador, junto con la inclusión de espacios públicos como la cubierta-parque, ha convertido a la estación en un punto focal para la revitalización del entorno.
La integración exitosa de la estación en el tejido urbano circundante ha estimulado un ambicioso desarrollo urbanístico que permite recuperar más de 40 hectáreas en un espacio que históricamente había creado una cicatriz en el tejido urbano. Este enfoque integral la ha convertido en una actuación clave en la configuración del futuro paisaje urbano de Barcelona, marcando un hito en la visión de una ciudad más moderna, sostenible y conectada.