Rehabilitación integral de la Casa Consistorial (Ayuntamiento) de Málaga

La Casona del Parque, sede del Ayuntamiento de Málaga, es un edificio de estilo neobarroco con detalles modernistas construido en 1919 y considerado como Bien de Interés Cultural (BIC) por su importante valor arquitectónico, histórico-artístico y social.

El consistorio de la capital costasoleña busca devolver su aspecto original a esta construcción histórica de gran singularidad, acorde a su estatus como de Bien de Interés Cultural.

El diseño origina se fue desvirtuando con el tiempo para albergar nuevos servicios administrativos. Esto trajo consigo la adición de entreplantas, la ocupación de la galería que recorre el patio central y la creación de construcciones en cubierta que mermaron sobremanera la brillantez espacial, funcional y volumétrica de la construcción inicial.

Así, el proyecto de rehabilitación contempla la recuperación de espacios icónicos, la demolición de plantas y la utilización de soluciones integradas de eficiencia energética.

Para responder a las necesidades del cliente, Ayesa desarrolla de manera integral todas las fases de diseño y obra de la Casa Consistorial de Málaga.

Para devolver al edificio su condición primaria, se ha propuesto la eliminación de los elementos superfluos, poniendo en valor sus espacios más significativos: el patio central, la galería, los núcleos de comunicación y la cubierta, con vistas dirigidas a la Ciudad Histórica, a la Alcazaba, al Castillo de Gibralfaro y al mar.

La recuperación de la estructura original del inmueble es la acción necesaria para, paradójicamente, proyectar el edificio hacia el futuro mediante la incorporación de nuevos usos que permiten abrir la Casa Consistorial a la ciudadanía, tales como una sala polivalente, una terraza interior y, sobre todo, la cubierta existente, que se dota de usos auxiliares que habilitan el desarrollo de eventos socioculturales de distinta índole al aire libre.

Los espacios de trabajo, además, se conciben mediante particiones móviles e incorporan espacios de uso colectivo que permiten dotar al edificio de unas altas condiciones de flexibilidad para su adaptación a las distintas necesidades que puedan surgir en años venideros.

Las acciones planteadas por Ayesa desde el punto de vista constructivo y funcional se dan la mano a través de la inclusión de una innovadora cubierta curva de vidrio fotovoltaico que, lejos de ser un mero artificio estético, se convierte en el elemento necesario para satisfacer las carencias del edificio original y adaptarlo a los nuevos usos incorporados.

Este dispositivo, por un lado, cubre el patio, pero se eleva para dar cobijo a parte de la cubierta, albergar sus usos auxiliares y generar espacios interiores cuando las condiciones atmosféricas exteriores no sean las más adecuadas. Por otro lado, se constituye como fuente de producción energética y como regulador de las condiciones ambientales del patio central y sus galerías perimetrales mediante distintos modos de funcionamiento: a través de la disposición de algunos de sus paneles de vidrio con apertura mecanizada para facilitar el efecto chimenea, o del cerramiento en cubierta mediante carpinterías de vidrio móviles con distintas posiciones de apertura o cierre que permiten ventilar en menor o mayor medida el interior.

Asimismo, aporta soluciones integradas de eficiencia energética, incluyendo la utilización y producción de energía renovable de autoconsumo, a través de una ambiciosa cubierta de vidrio fotovoltaico que protegerá el patio interior cuando las condiciones ambientales resulten desfavorables.

La rehabilitación del edificio realizada por Ayesa ha combinado la recuperación de espacios icónicos y la integración de nuevas tecnologías dotándolo de una mayor flexibilidad en el uso las instalaciones y eficiencia energética.

Además, la concepción de la nueva cubierta curva de vidrio fotovoltaico proyecta el edificio hacia el futuro, apostando con ello por la producción de energías renovables de autoconsumo.