Rehabilitación ambiental de la Punta Este de Haulbowline

El puerto de Cork de la isla de Haulbowline albergó, entre 1939 y 2001, la única acería de Irlanda. Como resultado de su actividad, se generó un importante volumen de residuos que planteó problemas medioambientales. En una zona conocida como East Tip, llegaron a amontonarse hasta 650.000 m³ de residuos industriales, incluidos escoria de acero y amianto peligroso.

Para remediar esta situación, el Consejo del Condado de Cork, a instancias del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Marítimos, lideró un proyecto entre 2016 y 2019 para limpiar la isla de residuos y rehabilitarla cumpliendo las estrictas directivas medioambientales en materia de residuos.

La iniciativa pretendía transformar la zona en un parque público flexible, sin contaminación o impacto ambiental en las comunidades, el mundo marino y los ecosistemas circundantes.

Ayesa fue la consultora elegida por el contratista principal, PJ Hegarty & Sons, para diseñar la rehabilitación de East Tip Haulbowline Island. Nuestro trabajo abarcó las obras provisionales, el diseño y la consultoría en la construcción de una estructura de revestimiento costero que protegería el nuevo parque recreativo público.

Estas obras de rehabilitación planteaban importantes riesgos técnicos y medioambientales, y debían cumplir las estrictas condiciones en materia de residuos establecidas por la de la Environmental Protection Agency (EPA).

Las investigaciones sobre el terreno revelaron la presencia de amianto y otros residuos peligrosos en los depósitos de escoria. También se detectaron aluviones marinos blandos debajo de depósitos de escoria similares al hormigón.

Había que gestionar estos problemas para garantizar la viabilidad de la estructura perimetral en la zona costera. Ésta debía reducir las aguas subterráneas para evitar la filtración de residuos al puerto de Cork. Se utilizaron 35.000 toneladas de escollera y 45.000 m³ de subsuelo.

Otra actuación necesaria fue el reperfilado del terreno, que era irregular debido a los materiales acopiados y tenía que estabilizarse. Se retiraron más de 350 toneladas de acero y estructuras existentes, y el emplazamiento se niveló y cubrió con una membrana de polietileno, una capa de drenaje geocompuesta y tierra.

Asimismo, se instaló un sistema de impermeabilización para proteger a los usuarios del parque de la exposición a contaminantes y limitar la infiltración de las aguas superficiales en los residuos y las aguas subterráneas. La compañía diseñó cortinas de limo y anclajes para limitar el riesgo de contaminación en el puerto de Cork.

También se llevaron a cabo obras de drenaje, pasarelas, asientos, aparcamiento, aseos, una carretera de acceso, un nuevo campo de deportes, humedales ajardinados y praderas de flores silvestres.

En definitiva, Ayesa proporcionó una solución de diseño innovadora para el proyecto de rehabilitación y supo gestionar complejos aspectos medioambientales y técnicos, ofreciendo al cliente un resultado viable y sostenible.

Esta transformación revitalizó la zona al convertir un erial industrial en un activo comunitario. Se recurperó una zona recreativa pública con campos de juego, circuitos para caminar y hacer footing, áreas de picnic, miradores y un aparcamiento. Este proyecto fue elogiado por su enfoque innovador y ha sido reconocido con múltiples galardones.

2019: Premio a la iniciativa de ingeniería de las autoridades locales.

2020: Premio irlandés a la excelencia en la construcción.

2020: Premio a la Excelencia en Ingeniería de la Asociación de Ingenieros Consultores de Irlanda (ACEI).

2021: Proyecto de Ingeniería del Año.