«El puente significó para la ciudad la entrada en una nueva era, liberando el río de nuevo para el uso lúdico y deportivo de la ciudad y, al mismo tiempo, abriendo las puertas de la Expo92».
José Luis Manzanares Japón
Fundador de Ayesa
Este viaducto urbano, denominado Puente del Cristo de la Expiración (o también conocido como Puente del Cachorro), está situado en el casco histórico de Sevilla. Viene a sustituir una masa de tierra que taponó el río para evitar las inundaciones del Guadalquivir en Sevilla. La nueva defensa permitió abrir el tapón y sustituirlo por un puente.
En 1992, con motivo de la celebración de la Exposición Universal de Sevilla, la ciudad se defendió de las avenidas con una obra hidráulica y reurbanizó la dársena con nuevos puentes como el del Cachorro.
Su nombre proviene de la proximidad de la capilla del Patrocinio, iglesia desde la que hace procesión la hermandad del Cristo de la Expiración en Semana Santa y cuyo Cristo es conocido como Cristo del Cachorro.
La Consejería de Obras Públicas y Transportes convocó un concurso para demoler el tapón de Chapina, que ganó Ayesa gracias al diseño que propuso para el nuevo puente.
Presenta una estructura de acero, con dos arcos rebajados de 130 metros de luz sin apoyos bajo el agua. Los pasos de peatones a lo largo del puente están cubiertos con lonas blancas que se asemejan a mástiles de vela, pero proporcionan sombra del calor a los peatones que caminan. El puente se terminó en 1991.
En el interior de los cajones se albergan las tuberías de abastecimiento de agua a la ciudad, las telecomunicaciones y el suministro de energía.
Los arcos se apoyan en cerramientos cortados de 600 m² y 22 m (construidos sobre las marismas azules del Guadalquivir). El tablero, fuera del arco, está soportado por hormigón armado, apilado, y utilizado como zona de registro y control de servicios del puente.
El fundador de Ayesa, José Luis Manzanares Japón, diseñó el puente de tablero-arco, inspirado en el Puente Alejandro III de París, que da servicio tanto al tráfico rodado como al peatonal.
Este proyecto fue récord del mundo de esbeltez de sus arcos, un sistema constructivo inédito en una época en la que este tipo de estructura metálica estaba cuestionado por la rotura de varias estructuras similares.
También tuvo el valor emocional de que su autor, José Luis Manzanares Japón, fundador de Ayesa, había contemplado cómo se cerraba el río con un dique de tierra en su infancia en la que se juró cambiarlo algún día.
9.5metros
de flecha en el centro
130metros
de luz