Los gases renovables, incluidos el biogás y el metano sintético, complementan al hidrógeno en la cartera de energías renovables. Aprovechando estos gases, desde Ayesa ofrecemos soluciones energéticas más diversas y adaptables, contribuyendo a una red energética más robusta y flexible o permitiendo a los clientes industriales cumplir sus objetivos de sostenibilidad.
Estos gases se producen a partir de materiales orgánicos o mediante síntesis química, y su integración ofrece varias ventajas:
Biogás: Se genera a partir de la fermentación anaeróbica de residuos orgánicos, como residuos agrícolas, restos de comida y estiércol. El biogás se compone principalmente de metano y dióxido de carbono y puede utilizarse para generar electricidad, calefacción y combustible para vehículos. El biogás no sólo ayuda a gestionar los residuos, también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
Metano sintético: Este gas se produce combinando CO2 con hidrógeno mediante metanación. Puede utilizarse en las infraestructuras de gas natural existentes, lo que ofrece una vía para integrar las energías renovables en los sistemas actuales. Su capacidad de ser almacenado y transportado lo convierte en un valioso componente de una estrategia de energías renovables.
Power-to-Gas (Conversión de electricidad en gas): Este método consiste en convertir el exceso de electricidad renovable en hidrógeno, que luego se utiliza para producir metano sintético. Permite almacenar los excedentes de energía renovable y equilibrar la oferta y la demanda.
Dimetil éter renovable (DME): Producido a partir de fuentes renovables como la biomasa o el hidrógeno renovable y el CO2, el DME es un combustible de combustión limpia que puede sustituir al gasóleo en aplicaciones industriales y de transporte. Su compatibilidad con los motores diésel y las infraestructuras existentes lo convierte en una opción versátil para reducir las emisiones.
Metanol renovable: El metanol puede producirse a partir de fuentes renovables como la biomasa, el CO2 o el hidrógeno. Sirve como materia prima química y combustible, con aplicaciones potenciales en el transporte, la generación de energía y los portadores de hidrógeno. El metanol renovable puede sustituir a los combustibles fósiles y reducir las emisiones totales de carbono.
Bio-Syngas: Derivado de la gasificación de la biomasa, el bio-syngas contiene principalmente hidrógeno, monóxido de carbono y dióxido de carbono. Puede utilizarse para generar electricidad, como materia prima química o en sistemas combinados de calor y electricidad. El bio-syngas ofrece una alternativa flexible y renovable al gas de síntesis de origen fósil.