noviembre 15, 2024
El almacenamiento hidráulico toma fuerza en el plan nacional de transición energética
El ciclo Horizontes, organizado por el equipo de Innovación de Ayesa y la Real Academia Sevillana de Ciencias, celebra su segunda jornada en torno a la gestión del agua y la energía.
El subdirector adjunto en la Dirección General del Agua, Tomás Sancho, sitúa al bombeo reversible como “la piedra de la bóveda que le puede dar estabilidad al sistema eléctrico peninsular y contribuir, además, a la seguridad de las conexiones con Europa”.
El Gobierno de España acaba de publicar en septiembre una revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), donde establece como objetivo la construcción de 22 GW de almacenamiento hasta 2030 y 30 GW hasta 2050.
El almacenamiento de energía se ha convertido en uno de los grandes retos de España, como una forma de respaldo al sistema eléctrico, tras el crecimiento de las energías revovables. Y, en este contexto, el almacenamiento hidráulico se ha posicionado como una solución, que no sólo contribuye a este objetivo, sino que además pone en valor el patrimonio hidráulico del país, abriendo un mercado de 40.000 millones de euros hasta 2030.
Así quedó de manifiesto en la segunda jornada del ciclo de conferencias Horizontes, organizado por el equipo de Investigación, Desarrollo e Innovación de Ayesa y la Real Academia Sevillana de Ciencias (RASC), donde se destacó que el bombeo reversible es una tecnología crucial, madura y con muchas posibilidades. Actualmente, hay instalados158 GWa nivel mundial, mientras que España cuenta con 3.396 MW de bombeo puro y 2.495 MW híbrido.
Tomás Sancho, subdirector adjunto de la Dirección General del Agua del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, señaló durante su conferencia que “aunque algunos intentan retirar de la lista a la energía hidroeléctrica, se trata de un recurso fundamental para la transición energética. España tiene una capacidad de almacenamiento de agua de 61.000 hectómetros cúbicos, pero solo se está aprovechando alrededor de un 30%. Además, estamos introduciendo energías renovables no gestionables, y necesitamos almacenar para evitar desperdiciarla. Es la piedra de la bóveda que le puede dar estabilidad al sistema eléctrico peninsular y contribuir a la seguridad de las conexiones con Europa”.
En esta línea avanzó que se esperan movilizar hasta 40.000 millones de euros en inversión en España en la próxima década. “Acaba de ser aprobada, en septiembre, la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), con el programa nacional de almacenamiento que contempla 30 GW hasta 2050. En 2025 lanzaremos los primeros concursos para 31 centrales de este tipo”.
Durante la mesa redonda, moderada por Rosalío Alonso, Chief Operations Officer de Ayesa, y Luis Castillo, responsable de obras hidráulicas de Ayesa, expertos del mundo empresarial, investigador y académico aportaron diversas perspectivas sobre los desafíos y oportunidades del bombeo reversible.
Enrique Sola, director global de generación hidroeléctrica en Iberdrola, destacó las actuaciones que la compañía está desarrollando: “Hemos recuperado proyectos en Zamora y Orense, y estamos trabajando en Cáceres, que suman 400 MW de bombeo puro y 16 horas de autonomía”. Sin embargo, también mencionó la dificultad de avanzar en nuevos proyectos debido a los largos plazos de tramitación y la escasez de puntos de conexión a la red. «Estamos compitiendo con el boom de la fotovoltaica. Necesitamos avanzar en permisos ambientales, mientras se refuerzan las conexiones. Es una oportunidad de país. El plazo establecido para poner en marcha un proyecto es de nueve años y lo que estamos viendo es que conseguir el acceso a red conlleva cinco. Solo nos quedan entonces cuatro ejercicios para la construcción. Así no creo que seamos capaces de poner 12.000 MW en el mercado hasta 2030”.
Otros obstáculos, según César Enamorado, jefe del área del agua en Ferrovial, es trasladar todos los riesgos al epecista. “Eso no está funcionando. Y también habría que establecer un mecanismo de reconocimiento de imprevistos geotécnicos. Son proyectos técnicamente complejos, con un alto nivel de riesgo, especialmente en emplazamientos subterráneos”.
Pero, afirmó que “también son una gran oportunidad para la innovación. Tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización tendrán un papel fundamental en la construcción eficiente de estas infraestructuras. Además, estos proyectos representan una oportunidad para atraer talento joven a un sector que muchas veces no resulta tan atractivo como otros”.
Sobre otras alternativas al almacenamiento hidráulico, José Ignacio Linares, de la Cátedra Rafael Mariño de Energía del ICAI, apuntó al bombeo térmico. Explicó que esta tecnología, aún en desarrollo, podría complementarse con las instalaciones de almacenamiento hidráulico. “Con el bombeo térmico podríamos utilizar fuentes térmicas a temperaturas intermedias, almacenarlas en sales o fluidos de instalaciones termosolares, y elevar la eficiencia del sistema hasta un 82%”.
Por su lado, Antonio Gómez, catedrático de la Universidad de Sevilla y experto en sistemas de energía eléctrica, añadió que “las baterías de litio han reducido su coste gracias al tirón del coche eléctrico y se están posicionando como una alternativa viable». Sin embargo, insistió en que el bombeo reversible sigue siendo una opción insustituible en lugares adecuados para su implementación, especialmente en un país como España, que cuenta con los emplazamientos naturales ideales para su desarrollo.
Por último, Tomás Sancho cerró la jornada señalando que “lo que está claro es que hay una voluntad inequívoca de utilizar estos aprovechamientos. Es necesario encontrar inversores que financien estos proyectos”, abriendo la puerta a un futuro “mercado de capacidad”.
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